Un tipo único dentro y fuera de la cancha. Por su talento, por su clase, por sus convicciones, por sus códigos. Porque siempre fue honesto y transparente, fiel a ese espíritu libre que lo caracterizó.
Hoy, 24 de marzo de 2016, una parte de nosotros los hinchas del fútbol ha muerto. Un cáncer de pulmón producto de su incontrolable adicción al cigarrillo (al que no dejaba ni siquiera en el camerino) logró lo que en los campos de juego parecía imposible: detener a Johan Cruyff. El astro holandés, este sí uno de los mejores futbolistas de la historia, falleció a los 69 años en Barcelona, la ciudad que lo adoptó y en la que se convirtió en un inmortal, primero jugador y luego como entrenador. Paz en su tumba. Sigue leyendo Johan Cruyff, un rebelde con causa